Budeidad digo aire.

Que un perro tenga budeidad no quiere decir que sea buda. Ahora la budeidad es...uf que alivio.
Aunque el perro que habita aquí en la oficina se enoje, haga yoga y se quede viendo la puerta.

Despierto y vuelo de la cama al suelo. Después del brinco corro a desperezarme la angustia recordando sueños paraísos, pesadillas mounstrous, o el sin sabor de no acordarme para fluir en la dimensión de ese día.

La tarde se hizo media, la fuerza crecía dentro de uno, sin deseos me sentía más tranquilo, futuro sin esperar nada, desilusionado.

Cuando me peleó con alguien me empiezo a confundir de deseo.

Existir es una palabra larga, lo escribí por ahí en una red social, ahora se recicla.

¿Libros fiestas?

Ya tiene forma el diario, creo, tiene dos caras. Una hacia a un lado, y el otro la inversa que viene del otro lado, ya se verá en la edición.
Por cierto, al final habrá que dar una fiesta en un trailer cerrado, que nadie sepa a dónde vaya y que luego regrese a cada quien a su casa.

Muerte y eterna soledad

El tiempo —cangrejo entrometido por cierto— es muerte.
Me muevo y muero.
Percibo y muero.

Espe...rar... de lado a lado como si leyeras un sueño.