miércoles, 19 de agosto de 2009

Pensaba que la ontología de Deleuze se divide en el momento artístico ante lo otro que deslumbra y cuestiona, aliena, aleja. Otro que sí es y un uno que se cuestiona desde ¿Qué es? ¿Qué hace? ¿Qué quiere hacer?, se crea distancia del espíritu por lo otro infinito. Hombre
Divinidad acercarse al momento eterno, creador, repensamiento, reformulación, religión, reunión, reidentificación.


Seguro que Roland Barthes nunca uso una mascará, y que el finismo japonés acaba con el blooper.

Alma blanco y negro.

Subir la montaña para en mis hombros entenderme ángel y luego bajar cantando.

Lo que no es nunca va a dejar de no-ser.

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